Lic. Andrea F. Amendola

Psicoanalista de la orientación lacaniana. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Atención online y presencial. Niños, adultos, adolescentes, parejas y familias. Supervisión clínica a colegas y grupos clínicos de estudio. Contacto: 15-4414-1330

Libros

Punto Cenit -Política, religión y el psicoanálisis

Por Jacques-Alain Miller

Autor: Jacques-Alain Miller
Colección Diva
Buenos Aires, 2012
Comenta: Andrea F. Amendola

El título del presente libro toma una palabra que Lacan utilizó en “Televisión”  para dar cuenta de qué modo en nuestra modernidad el objeto a fue elevado al cenit social.El Cenit es planteado como el punto más alto que puede ubicarse en el cielo, el plus de gozar ha subido al lugar dominante pero es correlativo de un estado del cuerpo propio y como tal, el plus de gozar es asexuado. Comanda un “eso falla” que es denominado como el sujeto barrado en el orden sexual.Este primado del objeto a propio de la época del Otro que no existe deja atrás la identificación simbólica al ideal, dice Miller en su curso “El Otro que no existe y sus comité de ética”: “… la inserción social se hace menos por identificación que por consumición… por lo que el comportamiento social adquiere un estilo adictivo”. Cabe aclarar, como bien lo destaca Silvia E. Tendlarz en el prólogo que la caída de las identificaciones “no se produce por desidentificación sino por labilidad identificatoria”.Miller en la conferencia de Comandatuba “Una fantasía”, aquí incluída, nos presenta a los sujetos contemporáneos hipermodernos como desorientados, sin brújula y el objeto a se impone a este sujeto desamparado, lo invita a atravesar las inhibiciones y Miller propone como estructura del discurso hipermoderno de la civilización: S2, el saber, en el lugar de la verdad/mentira por un lado, el plus de gozar que gobierna y las identificaciones son reemplazadas por la evaluación homogénea de las capacidades, el saber se activa para mentir y para progresar.En “la salvación por los desechos” nos presenta una política del psicoanálisis en donde el analista es aquel que ofrece una vía inédita, más precaria y más segura: la salvación por los desechos, a diferencia del discurso del amo de nuestra modernidad que cree en la salud mental porque prohíbe el fantasma.En el apartado sobre “religión”, Miller ubica un empuje en nuestra civilización de hoy hacia un intento de homogeneizar  la religión y el psicoanálisis. Propone el concepto de “experiencia” como un operador de nivelación extraordinario, pues es hoy día el concepto del humanismo contemporáneo el cual corre atareado tras las huellas de un bienestar imposible de alcanzar por una insatisfacción estructural.En una época en donde la prohibición ya no está en cartel y se abre para el psicoanálisis una vía del permiso de gozar, “una época confrontada con un imposible que es la verdad de la prohibición en la que la hiancia intrínseca al goce ya no se oculta detrás del padre”.Desde la pasión por lo nuevo, orientados en Lectura Lacaniana hacia lo real del goce, nos interesa este libro que va más allá y lleva a los analistas a superar el horror que el hablaser que desprograma la relación sexual y más allá del ideal monocéntrico de Freud, refugiado en el seno del padre, lo nuevo significa también que los analistas no son los hijos del padre  y no responderán a ninguna vía canónica sino que cada uno estará particularizado por la vía propia de cada cual para saber hacer en nuestro mundo contemporáneo en la vía de su escapada singular.

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